Es difícil para mí, expresar en unas pocas líneas el sentir semana santero y aun más si cabe el sentir de personaje bíblico. Si me permitís haré un pequeño paseo en los años: allá por los años 70, siendo yo
una niña, acudía todos los años a ver la Procesión del Santo Entierro con mis padres a la Calle La Barraca (¿¿os acordáis??). Para mí era una imagen espectacular ver al Cristo, imágenes y tronos anda, pero sobre todo contemplar a los personajes bíblicos, unos fastuosos con sus trajes y peinados, portando alegorías que yo entonces no entendía muy bien. Otros austeros, tristes y pesarosos.
Desde entonces mi máxima ilusión era ser como ellas, estar allí, procesionar.
Pocos años después, pude formar parte de una hermandad y procesionar cada año, entonces mi sentimiento cambió.
Me di cuenta que no solo se trata de procesionar con un vestido más o menos bonito, se trata de sentir de cerca la pasión y muerte de Cristo, sus vivencias, todos los hechos que le condujeron hasta su crucifixión y el gozo y alegría por su resurrección y hoy cuando veo a mi hija procesionar de personaje bíblico se que sentirá lo mismo dentro de unos años.
Esa ilusión por participar en la procesión. Esa alegría del desfile al grito de “guapa una flor “ dará también paso a un sentir profundo y verdadero sobre la pasión, la muerte y resurrección de Cristo.
Maria SANCHIS (toñi)